Deseo hacer un especial reconocimiento a todo aquel que se dedique a los procesos de enseñanza - aprendizaje en el sector educativo. En mi vida adulta, probablemente al asumir estos roles como profesional, les he admirado mucho más. Es una ardua profesión, poco reconocida y no muy bien remunerada. Implica trabajo en el aula, fuera de esta y lidiar no sólo con los estudiantes sino también con las personas encargadas de estos y el resto del personal de la institución.
Considero que es una profesión que permanecerá por mucho tiempo. Es considerada como una de las tantas que seguirá permaneciendo en los próximos años. Sin embargo, como todo en la vida, esta va evolucionando con nuevas visiones y enfoques. En el momento actual se ha permeado por la tecnologÃa y recientemente en nuestro paÃs con la entrada a clases ante la pandemia, en donde es más el esfuerzo de estos profesionales. Lidiar simultáneamente con estudiantes en la virtualidad y presencialidad, sin importar las caracterÃsticas de los estudiantes, condiciones personales, institucionales y tecnológicas, particularidades de aprendizaje del grupo, apoyo o no desde los cuidadores. Un reto inimaginable. Ha sido empujón tras empujón en el reto de la educación ante el COVID - 19.
Deseo en este pequeño texto hacer un sincero reconocimiento para usted, que dedica su tiempo, empeño y dedicación en la educación. Espero que no sea un recargo del sistema educativo sólo en usted, ya que los procesos de enseñanza - aprendizaje tienen varios protagonistas: la conducta del estudiante, el rol de la institución, en el caso de escuela y colegio la inclusión de los cuidadores de los alumnos y las instancias gubernamentales como las prioritarias. No puede depender y delegar la responsabilidad en uno solo.
Si antes les admiraba, ahora más y especialmente a aquel que tiene la vocación, porque cuando se disfruta y se aleja caer en un quehacer rutinario, se marca la diferencia con quienes se trabaja. En mi vida atesoro a mucho profesores, especialmente en la vida universitaria, quienes al dÃa de hoy me han dejado huella que transmito en mi rol como docente universitaria. Para culminar deseo compartir la siguiente reflexión de la Madre Teresa de Calcuta.
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